Esta mañana viajamos en grupo: la pareja que conocimos durante nuestro tour en canoa (Shikkara) por Alleppey ha decidido tomar el mismo bus para llegar a Kochi. ¡Qué bonita coincidencia!
El autobús sale a las 8.30am de Alleppey y ¡a las 10 ya estamos paseando por la ciudad de Kochi, buscando nuestro hotel! Descartamos la idea de ir en tuk-tuk gracias a la brisa marina que nos refresca, y caminamos unos 15min cerca del mar hasta llegar al Fort Kochi Hotel. Los hoteles de Kochi son bastante caros pero encontramos una habitación barata y bonita allí, situada cerca de los puntos de interés de la ciudad y a poca distancia de las Redes Chinas.
Después de una ducha rápida, ¡iniciamos nuestra búsqueda para comer algo! El propietario del hotel nos explica que la zona de las Redes Chinas (Chinese Nets) es la mejor para comer y relajarnos. Allí puedes comer el pescado fresco que elijas en las tiendas de pescadores, te lo cocinan al momento en cualquier restaurante delante del mar y ¡el sabor es espectacular! El procedimiento es este: elegimos al azar el estante de pescado, compramos lo que nos apetece (500INR de gambas, calamares y un pescado llamado Kamireen) y tan pronto como tenemos en las manos la bolsa de plástico llena de delicias marinas, varios personajes se plantan alrededor nuestro y nos ofrecen cocinarlo en su restaurante. Al otro lado de la carretera se encuentran los restaurantes, seguimos a uno de los chicos y nos cocina lo que acabamos de comprar. ¡No podríamos pedir más!
El pescado es delicioso. Y encima nos lo han cocinado de maravilla. En la carta del restaurante también hay varias opciones sobre cómo cocinar el pescado (frito, con una salsa, con masala…), pero incluso eligiendo la opción más simple/barata, disfrutamos de la comida y pagamos sólo 300INR entre los dos.
Continuamos explorando la ciudad por las calles de Kochi que esconden una arquitectura muy diversa: una mesquita, casas portuguesas e incluso un cementerio muy interesante. También nos encontramos un poco de street art, parecido a las obras del británico Banksy. Seguramente la siguiente no es una obra suya; encontramos por internet que se trata de la ópera prima del artista indiano Guesswho. Aún así, fue genial encontrarse con esta pieza en un lugar tan remoto como éste.
Por la tarde, después de visitar el resto de calles, casas y tiendas de la zona, ¡ha llegado la hora de ver las Redes Chinas! Antes de llegar a Kochi, gente que conocimos de camino ya nos había avisado de que este punto de interés es único. No solamente por los atardeceres increíbles en la playa, sino por la belleza del trabajo que hacen los pescadores. Cuando llegamos, ¡el espectáculo es todavía mejor de lo que nos habían contado! Vemos la puesta de sol rodeados por las antiguas y grandes redes chinas con las que solían pescar hace mucho tiempo, y entre todas ellas, pescadores lanzando redes dentro del agua con sus manos desnudas. Nos maravillamos al ver que siguen pescando a la antigua, dejando intactas las tradiciones; ¡este estilo de vida es algo que no habíamos visto nunca!
Pasamos unas cuantas horas allí, disfrutando del atardecer en la playa recogiendo conchas, ver la vida pasar, sacando centenares de fotos y relajándonos después de varios días de plena actividad. Sabemos que hay más sitios para visitar en Kochi, pero este lugar es tan especial que nos quedamos, enamorados de este momento alejados del caos del mundo. Por último, después de ver el sol esconderse volvemos al hotel, nos hacemos una ducha rápida y salimos para rendimos un homenaje muy rico: ¡vamos al “Oceanos Restaurant”!
Sólo decir que la cena es buenísima. Estamos comiendo como reyes, probando diferentes platos de diferentes regiones, pescado fresco, curries sabrosos, diferentes tipos de pan… y todo sabe genial. Los camareros son muy amables y simpáticos; la única pega es que no sirven nada de alcohol (una cerveza fría no estaría nada mal…) pero bueno, ¡un buen zumo natural se convierte en un rico substituto! Qué gran final de viaje en el sur de la India, ¡no podríamos haber terminado mejor! Hasta luego Kerala, Tamil Nadu, backwaters, plantaciones de té, templos y naturaleza increíble. ¡Seguro que volveremos a visitaros de nuevo!
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