Hoy, después de 4 horas de viaje desde La Habana con el bus Viazul de las 11:20h, finalmente llegamos a Viñales (16h). Estábamos preocupados porque no teníamos ninguna habitación reservada allí, pero al llegar, nuestra preocupación se desvanece. Docenas de mujeres compiten entre sí para convencer a los extranjeros que estamos bajando del bus (estamos en temporada baja y no hay muchos turistas por aquí) de quedarse en sus “baratas” casas particulares. Desayuno incluido, habitación con vistas, balcón, cerca del centro, dentro de una finca o con más de una habitación; parece que hay una casa particular para cada gusto. Después de regatear un poquito, decidimos seguir a una mujer que nos ofrece su habitación por 10CUC con desayuno incluido (aunque más adelante terminamos pagando 5CUC de más cada uno por el desayuno). Una habitación muy simple con baño, aire acondicionado y a un par de minutos del centro: ¡¡ justo lo que necesitábamos !!
El pueblo Viñales es pequeño y bastante turístico; todo lo que puedes necesitar (como cambio de moneda de Cadeca, internet de ETECSA, estación de bus de Viazul…) se puede encontrar en la calle principal que corta el pueblo por la mitad. Por lo que sabemos, los tours que se ofrecen son bastante similares entre sí y sólo se diferencian en el transporte y el precio (lee más sobre esto aquí). Esta tarde el cielo está nublado porque se acerca una tormenta, pero aún así decidimos finalizar el día (siguiendo la recomendación de la dueña de nuestra casa particular) con un tour a caballo (15CUC por persona) dentro del parque nacional y visitar una plantación de tabaco y café. Para los que estéis más interesados en el punto de vista social, este tour es genial para entender la relación entre la naturaleza y los campesinos cubanos.
Nuestra primera parada es la “Finca Macondo” dónde nos enseñan el proceso del tabaco desde la planta hasta la creación del cigarro. En sólo 20 min, Roberto nos explica cómo las 33 marcas registradas de cigarro están hechas de la misma planta; cada planta está dividida en la parte baja, media y alta, y cada una de ellas es la encargada de darle un diferente sabor y textura al producto final. Además, nos dice, la parte baja de la planta controla la velocidad en que el cigarro se quema, la parte del medio caracteriza el olor y la parte alta el sabor. ¡ Muy interesante ! Al final, nos dan la oportunidad de fumar un cigarro al estilo cubano y tal como hacía el Che: ¡ mojar la parte que va en los labios con miel antes de fumar !
Aunque por otra parte, también escuchamos cuál es el día a día de Roberto. Para ganar 3CUC al día, tiene que trabajar desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche en el campo o como guía turístico en la finca. Y eso que él, aunque parezca mentira, ¡¡¡ habla perfectamente alemán, francés, italiano, español y portugués !!! El joven Roberto nos explica que el gobierno está reteniendo a los cubanos en una “cárcel sin barrotes”, pagando muy poco a la gente pero cubriendo necesidades básicas como raciones gratis de pan, legumbres y agua. De esta manera, la gente de a pie no tiene posibilidad económica de dejar el país. Un cubano/una cubana gana la cantidad de dinero suficiente como para tener un techo sobre su cabeza y comida en la mesa, pero ya está, sin restaurantes, sin vacaciones, sin hoteles, sin nada lujoso aunque sea por un sólo día. ¡ Nos cuenta que el regalo típico de Navidad para compartir con la familia es una botella de ron !
Seguimos nuestro tour pensativos, y la segunda parada es en una plantación de café en otra parte del parque nacional. De nuevo otro guía, en este caso Juan, nos explica cómo funcionan las cosas aquí. Ha empezado a llover y accedemos en hacer la explicación un poco más corta (5min en lugar de 10) e ir directamente a la zona de bebidas donde Juan nos puede enseñar sus productos. En esta finca cultivan café arábico, azúcar de caña, aguacate, papaya, mango, guayaba y miel. Juan nos deja oler el café molido a mano, nos deja probar su “miel de tierra” (producido en colmenas de abejas que viven bajo tierra) y lo más importante, un verdadero y tradicional ron cubano llamado “Guayaba del Pinar”. ¡ Qué excelente sabor ! También compartimos una “Bebida del Campesino” la que como su nombre indica, es la que toma el campesino cuando llega a casa después de un largo día de trabajo (zumo de piña, cítricos y guayaba, azúcar de caña y ron). Una vez más, Juan nos comenta lo duro que es vivir así en Cuba y lo difícil que es dejar el país para “ver más cosas a parte de estos campos, conocer nuevas culturas, simplemente viajar”, y especialmente ahora que Trump está al mando en EEUU después de Obama.
De vuelta a nuestros caballos, que por cierto son Lucero, Manchado y Mojito, nos dirigimos a nuestra última destinación: un lago natural en medio del parque y el mirador delante de todo el Valle del Silencio. El lago está bien, aunque no es nada especial, y menos ahora con esta fina cortina de lluvia que nos humedece aún más el cuerpo. Pero el mirador tiene una vista muy especial; si hubiera sido un día soleado, el paisaje hubiera sido increíble. Me temo que nosotros nos tenemos que conformar con estas vistas: lluvia y niebla tapando un poquito los mogotes. Después de algunas capturas con la cámara, no hay mucho más que hacer y antes de que el tiempo se ponga peor, optamos por volver a nuestra casa particular.
Después de un día entero aprendiendo sobre Cuba, su naturaleza y su gente, ¡ ha llegado el momento de disfrutar de una cena tradicional en nuestra casita ! Buenas noches Viñales, ¡ hasta mañana !
PLANNING A TRIP TO CUBA? CHECK MORE POSTS BELOW!
[pt_view id=”f12e95aw5h”]