Orange Walk: Ricky’s Hostel & Destilería Cuello

By Connected Horizons

Después de una larga semana trabajando como voluntarios en Chetumal para Pause Hostel, continuamos nuestra ruta esta vez por nuestro primer país centroamericano: ¡Belice! Por suerte, los dos pueblos fronterizos (Chetumal de México y Corozal de Belize) están muy bien conectados entre sí y por 5USD un taxi nos deja justo en la frontera beliceña. Salir de México es caro… Cuando entramos desde la Habana, aparentemente nuestro vuelo no incluía la tasa de salida así que ¡tenemos que pagar 25USD cada uno! ¡Nuestro presupuesto para hoy acaba de bajar drásticamente! Al menos, ¡después de cruzar la frontera conocemos a una pareja muy simpática que nos deja subir en la parte trasera de su pick-up y nos llevan gratis hasta Corozal!

Estación de bus, Corozal

Al llegar a Corozal nos damos cuenta de que el ambiente al que nos habíamos acostumbrado en México ha cambiado totalmente; aquí la gente es más abierta, está más dispuesta a charlar y ayudar. ¡Qué buena impresión nos da! Decidimos no quedarnos en Corozal, sino llegar al pueblo más cercano, Orange Walk, donde el propietario de un hostel ha accedido a intercambiar la fotografía de Max por un precio más económico para una habitación. Así que cambiamos unos cuantos pesos a dollars de Belice y nos plantamos en la estación de bus. ¡Pero qué divertido! La estación está inesperadamente desorganizada, todo es un caos, incluso los horarios escritos a mano… pero todo funciona a la perfección.

Después de dos horas, ¡ya hemos llegado a nuestro destino! A un par de cuadras de la parada de bus encontramos el Ricky’s Hostel (el mejor alojamiento que hemos encontrado en Belice): un hostel muy especial dirigido por Ricky (la persona más dispuesta a ayudar de la Tierra). Después de hablar un rato con él, ¡parece que somos amigos de toda la vida! El hostel tiene un precioso jardín (con cachorros recién nacidos mamando de su madre incluidos), cocina, baños y habitaciones muy cómodas.

¡¡¡Cachorros!!!

Área para relajarse en el Ricky’s Hostel

Habitaciones geniales

Ricky nos recomienda inmediatamente lo que todavía podemos hacer a esa hora en Orange Walk: ¡visitar la Destilería Cuello! El ron Cuello, famoso en todo el país, se produce SOLAMENTE en Orange Walk y ¡no hay que pagar nada para conocer su destilería! Así que vamos a dar una vuelta por el pueblo y cerca del centro vamos a la oficina Cuello (justo encima de su tienda de licores) y pedimos una visita a la fábrica. Sólo en escribir nuestros nombres y firmar que no vamos a usar información para lucrarnos con terceros, ¡ya podemos ir a hacer la visita! Por cierto, en el pueblo tampoco nos perdemos la Casa de Cultura. ¡Ah! Si quieres comer bien y muy barato no te pierdas el Camie’s Restaurant.

Plaza principal de Orange Walk

Aquí está Camie, ¡el propietario del pequeño restaurante!

Casa de Cultura por fuera…

…¡y por dentro!

Al regresar al hostel, Ricky nos lleva en coche delante de la destilería y además nos presta dos de sus bicis para regresar cuando hayamos terminado la visita. ¡Qué bueno! Mientras disfrutamos del camino lleno de campos de azúcar de caña, vemos aparecer en el horizonte una gran finca con el cartel “Cuello” brillando bajo el sol. Nos despedimos de Ricky muy agradecidos y en un momento ya estamos dentro de una de las fábricas que produce más ron de Belice.

Nos rodea el olor a ron mientras escuchamos la explicación de los inicios del negocio que nos está contando el anciano al cargo del lugar, él sentado en una silla en la oficina de administración y nosotros de pie, preguntándonos si la visita también incluye caminar un poco por la fábrica. Al menos, sus historias sobre la creación de la palabra “gringo” (Green Coats) y cómo puede ser que tengan ruinas mayas en el jardín trasero, nos mantienen interesados durante un buen rato. Finalmente nos cuenta que debido al nuevo programa gubernamental sobre higiene y salud no nos permiten acercarnos a la producción pero… ya que hemos venido desde tan lejos, nos dice don Ignacio, y como él es el jefe, nos dejará echarle un vistazo rápido a la cinta de producción.

El “tour” es bastante corto y gracioso, ¡parecemos inspectores de sanidad! Pero la mejor parte llega ahora, cuando terminamos la visita y don Ignacio nos pregunta si nos gusta el ron… ¡Claro!, le respondemos entre risas. Él, orgulloso, nos muestra las mejores variedades de su producción y nosotros nos preguntamos si nos las quiere vender. La verdad es que saca dos botellas de litro de ron Cuello (uno normal y otro de coco) y otra más pequeña de un ron más oscuro. “¡Tomen! ¡Este es un pequeño obsequio para ustedes!”

¿Habéis pasado alguna vez por un control policial en bici, con una mano en el manillar y la otra sosteniendo un litro de ron? Es una experiencia bastante divertida… ¡Sobretodo más tarde, al compartirlo con Ricky! De momento, Orange Walk pinta muy bien y ¡todavía no hemos visitado los lugares principales de la zona!

¡La felicidad de Marta después del obsequio!

Nota: En la destilería Cuello se pueden ver las pequeñas ruinas mayas que se encuentran al lado, pero nosotros no hemos ido porque mañana nos despertarnos muy temprano para hacer el Tour a las Ruinas Lamanai que ya tenemos reservado (visita el post aquí).

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