La Ruta de Las Flores

By Connected Horizons

Descubrir la Ruta de Las Flores a tu propio ritmo es como descubrir un pequeño resumen de todas las cosas bellas que ofrece El Salvador. Empezando desde Sonsonate, la ruta te lleva a través de varias aldeas preciosas, cada una con su singularidad y arquitectura propia, para terminar con la zona de mayor producción de café de Ahuachapan. Visitar pequeños pueblos, pasear entre la naturaleza, hacer tours en haciendas de café, probar gastronomía local, conocer tradiciones antiguas y mucho más… ¡Ésta es la Ruta de Las Flores!

En caso de que no te apetezca hacer la ruta en bus, puedes empezar a hacer este itinerario desde Santa Ana.

Primera Parada: Nahuizalco

Esta aldea indígena se ha desarrollado mucho durante la última década y actualmente es el segundo pueblo más grande de la Ruta de Las Flores. A pesar de la cantidad de población, este lugar tiene un aspecto más parecido a un pueblo superpoblado que a una ciudad pequeña. En el centro, delante de la Iglesia, hay un parque muy tranquilo y por las calles que rodean el mismo te sorprenderán las pinturas mural que decoran cada pared.

A pesar de los muchos comedores que rodean el parque y el ambiente adormecido durante el día, lo más interesante empieza al atardecer cuando aparece el gran mercado gastronómico nocturno, con muchos estantes que ofrecen lo mejor de lo mejor en comida local.

Segunda Parada: Salcoatitán

A diferencia de la primera parada, este pueblo es mucho más pequeño y todo lo que merece la pena visitar se encuentra en la calle principal que lo atraviesa. Justo antes de entrar a mano derecha, los visitantes pueden encontrar un pequeño parque que alberga una enorme y fascinante Ceiba.

Al lado del parque hay un pequeño museo sobre la historia de la imprenta y una bonita Iglesia (delante de ésta, durante el fin de semana hay un pequeño mercado de comida). Con una corta caminata por el pueblo basta para ver los coloridos murales pintados que hay en algunas calles.

Tercera parada: Juayua

Gracias a su bonita Iglesia, sus calles y las diferentes actividades que se pueden hacer, Juayua es uno de los pueblos más visitados del itinerario. Hay un Centro de Información Turística justo al lado de la plaza central que puede ser muy útil para l@s que quieran quedarse a dormir en este pueblo y explorar con más tiempo toda la zona.

Vale la pena visitar la Iglesia para ver el Cristo Negro, algo singular. El parque para relajarse en la sombra y el mercado para comer fruta fresca son muy buenas opciones para disfrutar del ambiente. El centro turístico organiza caminatas con guía a Los Chorros de Calera (15$), una excursión en la que se visitan 7 cascadas de diferentes tamaños no muy lejos del pueblo.

Si te gusta probar la comida local, asegúrate de visitar este pueblito durante el fin de semana, durante la Feria de la Gastronomía que tiene lugar durante todo el año. Podrás comer una gran variedad de platos, desde patatas fritas hasta carnes asadas, aunque encontrar comida tradicional real parece ser cada vez más difícil.

Cuarta Parada: Apaneca

Este pequeño pueblo puede ser descrito en una sola palabra: café. A pesar de que el centro es muy bonito para pasear y probar uno de los mejores cafés de todo el país, la mayoría de las atracciones de Apaneca se encuentran fuera del pueblo. Lo más interesante que hay por hacer es visitar el Laberinto de Café (Finca Asturias) que aparentemente es el laberinto más grande de toda Centroamérica.

También puedes conducir hasta la Laguna Verde y caminar por los diferentes senderos entre la naturaleza. O si te apetece, hacer el tour en tirolina que queda cerca (aunque es una actividad cara). Por el mismo pueblo puedes encontrar muchas compañías que organizan tours de café, si te interesa conocer el proceso desde su cosecha hasta la taza.

Quinta Parada: Concepción de Ataco

Seguramente en Ataco están las mejores pinturas mural de las calles. También encontrarás tiendas locales, cafeterías y negocios modernos cerca de la plaza principal.

Puedes pasarte fácilmente un par de horas disfrutando de la brisa de montaña y el relax que se respira en el parque, además de visitar la Iglesia. No olvides subir al Hotel/Café Balcón de Ataco o al Mirador de la Cruz para tener unas increíbles vistas del pueblo.

Última Parada: Ahuachapan

Esta ciudad está situada al final (o al inicio) de la Ruta de Las Flores, y es la capital de la región cafetera. Una vez más, el centro y su plaza ofrecen un ambiente relajado y perfecto para disfrutar de un pedazo de sandía fresca. A pesar de que algunos murales han sido borrados recientemente, la Iglesia y sus alrededores todavía mantienen su encanto.

Para aquellas y aquellos que dispongan de transporte propio, cerca de esta ciudad podréis encontrar los Ausoles, que son pequeños geysers cerca de una planta geotérmica ubicados en la parte de atrás de una casa particular. Hay que pagar una pequeña entrada a los propietarios y te dejarán pasar a su “jardín” para ver estas calientes y humeantes formaciones naturales.

No se tarda más de 15min en verlos todos, ¡pero es una buena parada para ver algo diferente!


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