Y aquí estamos, en la frontera de Nicaragua esperando que nuestros pasaportes sean aceptados por la oficina de inmigración. Al parecer hay que enviar una petición de entrada una semana antes, algo un poco extraño porque ningún/a viajer@ o agente de fronteras nos lo había dicho nunca. Después de esperar un buen rato, finalmente conseguimos entrar a Nicaragua y vemos cómo delante de nosotros se va justamente el último bus hacia Somoto. Pero bueno… ¡BIENVENID@S A NICARAGUA!
Por suerte, la carretera desde la frontera El Espino hasta el Cañón es todo bajada y las vistas son espectaculares, así que tampoco nos podemos quejar. Después de caminar un par de quilómetros a un lado de la carretera, el poder de nuestro pulgar hace efecto y conseguimos que una pick-up se detenga y nos lleve directamente a nuestro destino: Casa Ricardo. Esta pequeña casa de hospedaje está situada muy cerca de la entrada del Cañón de Somoto, en la comunidad llamada Sonis. Este alojamiento tiene solamente dos habitaciones, bastante espaciosas y con vistas al Cañón y al valle, y un baño compartido muy básico (la “ducha” es un cubo lleno de agua); lo mejor es que vale 5$ la noche por persona, ¡incluyendo el desayuno!
Pero Casa Ricardo no solamente es una casa de hospedaje, de hecho es una pequeña cooperativa de guías locales (6 personas) que han nacido y se han criado en esta zona toda la vida y que ahora ofrecen tours dentro del Cañón de Somoto. Comparando su servicio con las demás compañías de tours, Ricardo ofrece tours mucho más baratos que también incluyen el almuerzo (¡casero y riquísimo por cierto!) y que se ajustan perfectamente a tus necesidades. Considera que si te presentas en la entrada del Cañón un día sin haber reservado previamente, pagarás un precio de entrada igual a lo que cobra Ricardo por un tour con guía. ¡Parece una locura!
Como mostramos en el mapa de aquí arriba, Ricardo & Co. ofrecen cuatro tours diferentes: (1) Tour Corto 3-4h a 12$ (sólo incluye llegar a una pequeña parte del Cañón), (2) Tour Medio 4h a 15$ (el mejor tour, excursión del inicio al final del Cañón), (3) Tour Largo 5-6h a 20$ (trekking largo que incluye una larga caminata bordeando el río antes de llegar a la ruta del Tour Medio) y (4) Tour de Paisajes 4h a 15$ (tour con vistas panorámicas para los que no quieran sumergirse en las aguas del Cañón).
La siguiente mañana a las 8am, después de un desayuno para chuparse los dedos, ya estamos listos para empezar nuestro tour mañanero por la ruta número 2. Ayer Ricardo mismo nos recomendó el Tour Medio porque no es muy cansado físicamente y es suficientemente largo para disfrutar de todo el Cañón. Durante los primeros 30 minutos caminamos un poco por la carretera, un poco por el camino de montaña, luego descendemos por un valle con unas vistas tremendas y finalmente llegamos a la entrada del famoso Cañón.
La experiencia dentro del Cañón es sencillamente espectacular. Nuestro guía, hermano de Ricardo, no solo es un experto del lugar sino que ¡hace que sintamos que hemos elegido el mejor de los tours! Nos explica la historia del lugar así como su nombre original (Estrechura Natacambre); nos describe la fauna y la flora local, nos muestra dónde podemos saltar con seguridad desde las rocas al agua y nos lanzamos por un tobogán natural. Durante las 4h de la excursión caminamos, nadamos, sacamos fotografías (el guía lleva nuestro equipo en su bolsa impermeable), escalamos y sacamos nuestro lado más salvaje con saltos al agua de 10m. Todo esto mientras estamos rodeados por las paredes del Cañón de 100m de altura. Además, es tan temprano que tenemos todo el Cañón para nosotros solos, ¡no hay nadie más!
Sólo durante el último tramo del camino, donde hay que cruzar el río en bote, nos encontramos con una docena de turistas que están empezando ahora su Tour Corto.
¡Pero las buenas noticias todavía no han terminado! Después de pasar delante de la entrada oficial (al parecer hemos recorrido el Cañón desde la salida hasta la entrada), llegamos a Casa Ricardo y nos encontramos con el riquísimo almuerzo de pollo, arroz, queso y frijoles. ¡Qué gran final del tour!
Cansados pero con ganas de ver el pueblo de Somoto, subimos a un bus que nos lleva al pueblo (después de una merecida siesta), y pasamos unas horitas paseando por las calles, visitando la iglesia y el museo dentro de la Casa de la Cultura y disfrutando de un helado en el parque central.
Visitar el Cañón de Somoto ha sido definitivamente una experiencia inolvidable que todo viajer@ debería poner en su lista para disfrutar Nicaragua. Y sin duda, la simpatía y el profesionalismo de Ricardo hicieron que esta experiencia fuera todavía más especial.
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