Después de alquilar un coche ayer por la noche, esta mañana ya estamos listos para empezar a explorar el bello Valle Sagrado. El plan para hoy es visitar todos los puntos de interés del oeste de Cuzco (Chinchero, Maras, Moray, Urubamba, Yucay y finalmente Ollantaytambo antes de volver a Cuzco al atardecer). Hemos alquilado el coche por 3 días, para poder tener tiempo suficiente de visitar la parte este y la parte norte de Cuzco en los próximos dos días.
De Cuzco a Chinchero
Ya habíamos conducido antes durante nuestro largo viaje por Latinoamérica, en lugares donde los semáforos y las señales de tráfico no sirven de nada. Y la verdad, salir de la ciudad de Cuzco no fue menos estresante. A pesar de que ya estábamos en el área norte, tardamos unos 15min hasta alcanzar la carretera hacia Chinchero.
Dejando esto de lado, la carretera que va a Chinchero es espectacular. Después de ascender un poco, te encontrarás rodead@ de picos nevados, parecidos a los que te puedes esperar cuando alguien te describe los Andes. Durante el trayecto hay muchos miradores desde donde podrás disfrutar de las vistas, pero en realidad sólo conducir por esa carretera a tu propio ritmo es un “tour” en sí mismo.
A la entrada del pueblo decidimos hacer una parada en una pequeña hacienda de textiles (fíjate en las llamas que hay en la entrada), en donde pasamos unos 15min aprendiendo las antiguas formas de tejer de forma gratuita. Obviamente las familias que lo organizan insistirán en que compres algo (y los precios son bastante altos); si no tienes espacio en tu backpack como nosotros, lo mejor es dejar una buena propina después de su explicación para contribuir en la comunidad.
Continuando por la carretera durante unos minutos más y girando levemente te encontrarás en el parking de las ruinas. Desde allí, camina hasta la Zona Arqueológica durante 10min por el casco antiguo del pequeño pueblo hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad. La Iglesia y las ruinas incas son muy interesantes de ver, sobretodo porque se puede caminar casi por todas partes y las vistas de las montañas nevadas por todos lados son muy especiales.
Después de 1h caminando por las terrazas incas y sacar muchas fotos, volvemos al coche para dirigirnos a las Salineras de Maras.
De Chincero a Maras
De nuevo, la carretera de Chinchero a Maras es muy fácil de seguir y muy bien señalizada. Después de girar a mano derecha en el cruce que va hacia las salineras (encontrarás muchos taxis esperando a la gente que viene en bus), entramos en la MEJOR carretera de tierra en la que hemos conducido nunca. Un camino de tierra en medio de la nada, montañas nevadas a nuestro alrededor, un espacio ancho para que puedan pasar dos coches sin dificultad y ni un sólo desnivel hasta que llegamos a la entrada del sitio.
En la entrada tienes que pagar 10 soles (este lugar no está incluido en el Boleto Turístico) y luego seguir el caminito que desciende hasta las minas de sal. Si quieres obtener una vista de pájaro de todo el complejo, detente en el mirador que hay antes de que la carretera vaya hacia abajo. ¡Tiene una belleza maravillosa!
Al llegar al parking y empezar a caminar, sólo tendrás permitido pasar por un estrecho y corto itinerario (10-15min) que recorre la parte alta de las salineras, así que tendrás que ser avispad@ para sacar buenas fotos entre tantos turistas. Pero en general, incluso con tanta gente, la caminata y las vistas son muy especiales.
De Maras a Moray
Regresa por el mismo camino de tierra y al llegar a la carretera de asfalto gira a la derecha para continuar hasta Moray. De nuevo la carretera es muy bonita hasta que llegamos a Moray, donde se hace muy estrecha y casi nos perdemos por el laberinto de calles de la aldea (gracias maps.me), pero al fin logramos encontrar el camino de tierra que lleva hasta el sitio. 15min más por ese camino y llegamos. Una vez llegues, puedes elegir si bajar por las terrazas circulares (en teoría usadas por los incas para experimentar con plantaciones, sobretodo de papas), o quedarte arriba para tener una vista general de las ruinas. De cualquier manera, la visita es corta y bonita; las ruinas están muy bien conservadas y el paisaje sigue siendo precioso.
De Moray a Yucai y a Urubamba
Después de comer, volvemos al cruce Maras-Moray y nos ponemos rumbo a Urubamba. Una vez allí, decidimos ir a visitar primero el pequeño pueblo de Yucai y las ruinas que tiene, pero después de intentar encontrarlas un buen rato sin suerte, decidimos volver a Urubamba. ¿Nos perdimos mucho?
En Urubamba paseamos por la bonita y colonial Plaza de Armas durante un rato, pero además de esto no encontramos más atractivo en esta ciudad. Puede que durante el día de mercado (jueves) el lugar se haga más atractivo y vivo, pero por lo que vimos no lo pondríamos como algo indispensable de visitar en el Valle Sagrado.
Por otro lado, si decides hacer una parada en esta ciudad, prueba cualquier helado que vendan en la tienda que hay en una esquina de la Plaza de Armas, al lado de la Iglesia: ¡no lo olvidarás!
De Urubamba a Ollantaytambo
Mientras todavía estamos degustando el helado, continuamos hacia nuestra última parada de hoy: Ollantaytambo. Este pueblo, a parte de ser junto con Cuzco el destino base para ir a visitar Machu Picchu, también es conocido por sus fascinantes ruinas incas.
Al llegar siguiendo la carretera nos damos cuenta de que al contrario de los otros pueblos, éste se ha visto afectado por el elevado turismo: restaurantes de lujo, tiendas internacionales y un gran número de furgonetas de tours que van y vienen del pueblo. Y todo esto sumado al “mercado local” (una trampa para turistas), al que tienes que pasar sí o sí para poder entrar a las ruinas.
Por suerte, visitar las ruinas compensó la impresión del pueblo. Hay 3 ruinas en el pueblo, pero las más grandes y más visitadas están llenas de terrazas, casas, muros e incluso baños termales de la época incaica. Hay 3 circuitos posibles (corto, medio y largo), pero en cualquier caso tendrás que subir las largas escaleras (10min) para apreciar la magnitud del complejo ya que está situado en un pequeño cerro. Podrás ver Ollantaytambo desde las alturas: una aldea turística pero igualmente hermosa.
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