Un Viaje por Mahabalipuram

By Connected Horizons

“Want a Tuk-Tuk, Sir ? Only 50 rupees !”(“¿Quiere un Tuk-Tuk, señor? ¡Sólo 50 rupias!”)
Éstas son las primeras palabras que escuchamos en cuanto bajamos del autobús.

Después de 2 horas de viaje desde Auroville en uno de los autobuses verdes que hacen el recorrido Pondicherry-Chennay, llegamos finalmente a Mahabalipuram. La ciudad es conocida por sus increíbles bajorrelieves (por ejemplo La penitencia de Arunja) así como por contener algunos de los templos más bonitos de Tamil Nadu (Shore Temple y Five Rathas). Nota para los lectores: desde el momento en que pises este sitio hasta que subas a otro autobús para irte, tienes que estar mentalmente y físicamente preparado para decir NO al menos 20 veces por segundo. Ya sea alguien ofreciendo un trayecto barato en tuk-tuk, un guía “oficial” ofreciéndote un tour especial o algún tallador de piedra regalándote una pieza de su galería… Créeme, recházalo amablemente por ahora. ¿Necesitarás alguna cosa minutos más tarde? Tranquil@, mira alrededor y al chasquear los dedos ya estará arreglado. No te estreses.

Para llegar al centro de Mahabalipuram y ver los monumentos principales basta con caminar unos 30 minutos a paso lento, ya que la distancia es de solo 2,5 km. La caminata es agradable (incluso a 30ºC!) porque el camino es plano y con bastante sombra. ¿Te sientes relajad@ y con ganas de aventura? Entonces hacerlo es una buena idea. Para nosotros valió la pena (y nos ahorramos dinero en el transporte). Si no, simplemente sube a un tuk-tuk, pero ten cuidado, que no te engañen! La cantidad justa es de 50-60INR para llegar al centro del pueblo, no pagues más!

[spacer height=”10px”]Arunja’s penance (La penitencia de Arunja)

De camino al centro de la vila, los primeros monumentos que encontramos son La penitencia de Arunja, el Krishna Butter Ball y el templo Varaha Cave. Todos forman parte de un precioso jardín arqueológico, que seguramente es el parque público de Mahabalipuram porque no hay que pagar para entrar en él. Después de nuestra visita, decidimos aceptar la oferta de un guía para recorrer una galería de piedra esculpida. Nota para el futuro: ABORTAR MISIÓN! Hay tantas galerías de piedra alrededor de la calle principal que es mejor elegir la que quieras cuando tú quieras, sin sentirte presionad@ por nadie.

Hacia el mediodía, el calor indiano empieza a pegarnos con todo su poder. El aire se hace más pesado, la piel está a punto de derretirse e incluso las vacas se esconden bajo las sombras de los árboles. Decidimos darnos un descanso y paramos a comer en uno de los pequeños restaurantes que hay al lado de la carretera. Una hora y varias galletas después, estamos de nuevo en movimiento pero esta vez hacia el Shore Temple. Sólo ha pasado una hora y ya se puede notar la diferencia de temperatura. La carretera para llegar hasta el Shore Temple es bastante igual a la que lleva al pueblo, pero en cambio, tan pronto como entramos a los jardines del templo, bueno… ¡ es MUY diferente ! Caminar a través de los jardines del templo es como estar en otro mundo. ¡ Sencillamente uau !

[spacer height=”10px”]Shore Temple

Después de pagar un (muy caro) precio de entrada de 500INR (valido también para el Five Rathas) finalmente entramos en el área del vasto jardín que sirve de corredor y conecta el templo con la puerta de entrada del templo. Cuando llegamos hasta el templo, la vista que tenemos frente a nosotros es increíble. Imagina capturar historia, elegancia y un sentimiento de libertad tan solo en un click de la cámara. El templo antiguo, los jardines majestuosos alrededor y el salvaje océano de fondo. ¿Podríamos pedir algo mejor?

La visita no nos toma demasiado tiempo, de hecho después de unos 40-45 minutos ya estamos de camino hacia el Five Rathas, el lugar de interés más alejado del centro del pueblo. La caminata es de nuevo similar a las anteriores que hemos hecho. Una vez más, decidimos no subir a un tuk-tuk porque de camino también queremos parar a ver el faro de Mahabalipuram. Sobre las 15h alcanzamos nuestra destinación final: Five Rathas. Des del primer momento en que vemos este grupo de estatuas y pequeños templos, los dos nos enamoramos del lugar. El sitio es bastante pequeño pero lo que vemos es extraordinario! Además, los guías no son tan pesados aquí! Por eso mismo nos tomamos nuestro tiempo en visitar este espacio e incluso entre templos y santuarios encontramos un rincón a la sombra dónde nos relajamos sobre la hierba.

[spacer height=”10px”]Five Rathas

Después de haber visto suficiente, al salir del complejo un guía nos convence, movidos por la curiosidad y por la esperanza de encontrar aire acondicionado, de ir a visitar su galería. La verdad es que la galería no está mal y además queremos llevarnos algo de recuerdo… Tiempo de comprar! Finalmente, sin tener ya fuerzas (agotadas por el regateo), nos dirigimos a la estación de bus esperando encontrar el correcto. De camino, algunos tuk-tuk se paran y nos invitan a subir pidiendo más de 100INR para llegar a la estación!!! Les decimos que preferimos caminar y con las últimas fuerzas que quedan en nuestros cuerpos, llegamos la estación. Exactamente justo cuando el bus correcto para delante de nosotros! Con una sonrisa radiante, subimos y nos sentamos en el único sitio disponible: las escaleras de la puerta, sin protección por si salimos rodando en alguna curva! Jajaja vaya viajecito!


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