Nuestro segundo día en Orange Walk empieza a las 9am con el guía que nos viene a buscar al hostel y nos lleva en coche hasta el muelle. El plan de hoy es pasar todo el día explorando las preciosas ruinas de Lamanai (“el cocodrilo sumergido”) y la increíble naturaleza que las rodea. ¡Este plan promete!
En el muelle conocemos a nuestros compañeros de embarcación, turistas de los Estados Unidos, Holanda y Guatemala, todos entusiasmados por visitar las famosas ruinas. Un tour en barca que incluye un guía privado hasta las ruinas suena caro, y no solamente suena: ¡es caro! El precio más barato que conseguimos negociar ayer fue 45USD/persona… En efecto, es uno de los tours más caros que hemos hecho hasta ahora.
Costes a parte, empezamos la aventura y sobre las 10am ya estamos perdidos en el laberinto de canales que hay alrededor del río. Una pequeña parada para ver una garza pescando, un par de minutos observando un pájaro de colores vivos caminando sobre el agua y otro rato más descubriendo pequeños murciélagos medio dormidos en una rama que sobresale del agua. ¡Así empieza nuestro tour por la naturaleza! Disfrutamos de la fauna y la flora dentro de un paisaje sin igual; dos horas sobre estas aguas antes de llegar a las ruinas ya hacen que nos olvidemos del dinero que hemos gastado.
Al llegar a las ruinas, otra gran aventura nos está esperando. A pesar de que los mosquitos son el peor enemigo del día (¡vienen atacando en rebaño!), el lugar es mágico. El guía nos explica que este lugar era un pueblo maya hasta que tuvieron que trasladarse más abajo del río, cuando el lugar fue convertido en una zona arqueológica. Así que ahora las ruinas están completamente inmersas en medio de la jungla sin nadie que pueda deteriorar más los restos. ¿El resultado? Piezas de la historia totalmente conservadas en un espacio único, inigualable.
El tour dentro de las ruinas es muy agradable, especialmente cuando el guía responde a cualquier pregunta que tienen los del grupo y añade su propio toque pintoresco. El Templo de la Máscara, el Templo del Jaguar y otros complejos hasta finalizar con el Castillo: ¡todo tiene una belleza excepcional!
Por cierto, en el área de las ruinas tuvimos la oportunidad de ver nuestros primeros monos aulladores y un par de trogón cabecirrojo que son muy difíciles de ver en esta zona. ¡Genial! La excursión termina de la mejor manera posible: un sabroso almuerzo casero antes de la vuelta en barca para el atardecer.
¡Ha sido un día maravilloso en estas ruinas! Naturaleza & Historia de la mano en un pack de diversión y conocimiento. ¡Lo repetiríamos sin duda!
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