Nos despedimos del sur de Belice para empezar a subir otra vez hacia el norte, esta vez parando en Placencia, una península conocida por sus playas y su ambiente turístico y festivo. Para llegar hasta allí desde el sur, lo más fácil es viajar en bus durante unas 2 horas hasta llegar a la parada del pueblito llamado Mango Creek. Una vez allí, hay que caminar como 20 min hasta llegar al ferry (Hokey Pokey) que va a Placencia. Hemos tenido la suerte de que una pick-up parase y nos llevara exactamente hasta donde salen los ferris. ¡La gente de Belize es puro amor!
Horarios de ferry a Placencia
Terminal de ferry en Mango Creek
Nada más llegar, buscamos el Placencia Hostel, un lugar que resulta ser el alojamiento perfecto para nuestros días aquí. Habitación privada, sala de estar perfecta para relajarse, un ambiente muy agradable y un precio adecuado. El dueño es muy simpático y la ubicación es sin duda ideal. ¡Muy recomendable! Al dejar las mochilas en la habitación, salimos a explorar. Placencia es un pueblo pequeño y tranquilo. Tiene una calle principal que recorre la península hasta la punta, donde hay pescadores vendiendo pescado fresco delante del mar, y otra calle más pequeña, paralela a la principal y hecha de madera, que queda más cerca de la playa y de las casitas que están delante del mar.
Camino de madera que recorre las tiendas turísticas
Entrada del Barefoot Bar (uno de los más famosos de la peninsula)
El Barefoot Bar, lugar perfecto (pero caro) para tomar algo
Pescador vendiendo pescado fresco en el puerto
Puerto de Placencia
Es un lugar muy turístico, y por ello más caro de lo habitual en Belice. Si te apetece dejarte llevar por la corriente del “turisteo”, pide un helado en la heladería Tutti Frutti. La dueña es italiana y se ocupa de que sus helados sean de primera calidad y tengan un sabor exquisito (¡lo confirmamos!). También hay tiendas de artesanía y galerías de arte que puedes visitar. Hay la opción de recorrer la península en bici o en golf-kart, aunque creemos que no vale la pena; se puede recorrer caminando en poco tiempo. Puedes hacer actividades acuáticas como paddle surf, paseo en barco, tours hasta los arrecifes de coral… Eso ya depende de tu presupuesto (es bastante caro). Nosotros, como backpackers con presupuesto limitado, nos dedicamos a pasear, bañarnos, charlar con los pescadores y relajarnos en la arena escuchando reggae en algún bar delante del mar.
Una de las muchas galerías de arte del pueblo
Los supermercados chinos es lo único que encontrarás para comprar comida!
No hay mucho más que hacer por aquí. Placencia no nos pareció tan genial como nos lo habían contado, ya que en general si podemos intentamos evitar lugares turísticos. Aún así, nos gustó visitarla y hacer unos cuantos días de arena, agua, sol y sal.
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